¿Para qué la literatura en tiempos de violencia?.

“Nada vale más que la vida”

En el transcurrir del tiempo la literatura, ha manifestado que la belleza que proviene del comportamiento humano expresa la realidad del hombre en busca de la verdad, y de igual manera nos  ofrece un refugio, un pasar la hoja y ver como todo tiene solución, como las herramientas y experiencias que nos regala puede hacernos renacer, como nos ayuda a madurar, como nos enriquece emocionalmente, físicamente y espiritualmente. Como lo dice Larrosa: la vida no solo incluye la satisfacción de la necesidad, sino actividades que trasciendan, y la literatura contribuye a transformar la vida de las personas, pues la experiencia enseña a vivir humanamente y a conseguir la excelencia, es decir la un aprendizaje en y por el padecer, en y por aquello que a uno le pasa, este es el saber de la experiencia: el que se adquiere en el modo como uno va respondiendo a lo que le va pasando a lo largo de la vida y el que va conformando lo que uno es.

De igual manera Montesquieu nos dice que el estudio ha sido para él: el remedio supremo contra los disgustos, puesto que no ha tenido nunca una pena que una hora de lectura no le hubiera quitado, y pennac nos dice: una lectura bien llevada salva cualquier cosa, incluso de uno mismo. María Zambrano habla de: las guías espirituales, las meditaciones, los diálogos, las epístolas, los ensayos, las confesiones, lo característico de este tipo de textos es que a pesar de ser humildes en su pretensión cognoscitiva, a pesar de pretender universalidad en sus enunciados, a pesar de ser voluntariamente fragmentarios, no pierden de vista la situación vital de sus destinatarios, no se alejan de las ansias de transformación de las vidas concretas de la gente[1]. Quien se sirve de la imaginación y la lectura vive la realidad, la incrementa y la transforma, mejora su entorno y el de quien está a su lado, siendo esta una mediadora entre lo corporal y lo incorporal, ente lo exterior e interior, entre lo objetivo y lo subjetivo, rompiendo con lo que está establecido y consiguiendo con la lectura y la imaginación, adquirir conocimientos y movilizar sentimientos que al quedarnos en ellos perturban y marchitan nuestra vida.

En conclusión, la literatura nos permite sentirnos asi:

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[1] Tomado de la experiencia de la lectura, estudios sobre la literatura y formación. Jorge Larrosa.