miércoles, 6 de abril de 2011

ADIVINANZAS QUE MOJAN Y QUEMAN.

Al leerles el siguiente texto les sugerí realizar una poesía al elemento que más les hubiera llamado la atención, pero no se dio la actividad, pues solo un estudiante, bello por cierto, por lo arriesgado y creativo que fue, escribió agua paso por aquí, cate que no la vi, que es? El respondió el agua.
¿Por qué a los niños les gustan tanto las adivinanzas?
Al primer golpe de vista, diría que es porque representan de manera concentrada,
Casi emblemática, su experiencia de conquista de la realidad. Para un niño, el mundo está lleno de objetos misteriosos, de acontecimientos incomprensibles, de figuras indescifrables.
Su misma presencia en el mundo es un misterio que resolver, una adivinanza que descifrar, dándole vueltas, con preguntas directas o indirectas. La conciencia llega, a menudo, en forma de sorpresa. Gianni Rodari.
Alta y delgada,
Con su gorro colorado.
(La candela)
¿Quién seré yo,
Quién seré yo,
Que cuanto más lavo
Más sucia voy?
(El agua)
Hay dos cosas
Que estando juntas
Pelean hasta morir.
Pero las dos hacen falta
Para que podamos vivir.
(El fuego y el agua)
Más de cien damas
Hermosas
Vi en un instante nacer,
Encendidas como rosas
Y, al instante, fenecer.
(Las chispas de fuego)

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