lunes, 23 de mayo de 2011

Leer en voz alta.

Contar parece un arte perdido. El rescate de la narrativa por parte del docente permite enriquecer los mensajes que se transmiten no sólo en la escuela, sino también en la familia y la sociedad. Es importante rescatarla para poner de forma consciente, por ejemplo; el placer de compartir, la capacidad de escuchar, de comprender secuencias, enriquecer el lenguaje y transmitir valores. Sin embargo para comprender esto, es importante revisar ¿cómo la narratividad está presente en la vida cotidiana? Develar su naturaleza y reconocer su cercanía, contribuiría a nuevos usos y resignificaciones de ella.
Apoyada en lo dicho anteriormente se invito a una madre de familia el día de los niños a compartir con nosotros la lectura de un cuento en voz alta y algunos poemas de su autoría, fue muy agradable la actividad y enriquecedora, pues se pudo ver como todavía hay mamas que se involucran en el proceso formativo de sus hijos, y como fomentan el amor y el valor por lo que se hace.

Las historias son algo más serio y complejo de lo que hayamos imaginado alguna vez. Éstas construyen y configuran realidades, resignifican la experiencia, introducen cosas y eventos al mundo, nos tocan y transforman; le otorgan sentidos a nuestra vida individual y colectiva. Al ser narradas, crean una esfuerza de entretenimiento que ocasionan la creación de mundos que, en palabras de Pelegrín A, (1982) “nos convocan al círculo, al contacto con la tierra, a un tiempo detenido”.
Es por esto que conseguimos un teatrino prestado con el salón de la primera infancia, y los niños empezaron a narrar historias apoyados en los títeres, fue grandioso los resultados que se evidenciaron, el respeto, atención y alegría que mostraron los niños y niñas mientras sus compañeros narraban las historias, todos querían participar,  La narrativa se presenta como un inter-juego entre la realidad cultural e individual.



Así, se podría decir que la cultura es un producto de los relatos ya que ellos dan cuenta del conjunto de creencias, valores, costumbres y saberes acumulados.



Este proceso permite, entre otras cosas, organizar la experiencia y orientar las lecturas que se construyen del mundo, de los otros y de sí mismos. La narrativa se presenta como un inter-juego entre la realidad cultural e individual. En este proceso permite, entre otras cosas, organizar la experiencia y orientar las lecturas que se construyen del mundo, de los otros y de sí mismos. Además, da lugar a la atribución y negociación de significados donde el otro se convierte en un posibilitador de sentidos, de reconocimiento y de la reafirmacion del yo (Bruner, 2003).



La narrativa influye en la continua construcción y reconstrucción de la identidad. Al respecto Bruner (2003) menciona que “el yo es un producto de nuestros relatos y afirma que sin la capacidad de contar historias sobre nosotros mismos no existiría una cosa como la identidad.
Quedo en deuda con ellos, pues les prometí que conseguiría las tablas, las bisagras y la pintura para que entre todos y todas realizáramos un teatrino.
En esta etapa del círculo de lectura me apoye en lo dicho por Ángela Victoria Vera que dice en su texto La narrativa y las historias en el escenario escolar que: la narración de historias y lectura de cuentos con una intención pedagógica de los docentes, contribuye significativamente a la construcción de identidad en los niños. Así, contar y leer historias en el aula se puede convertir en un factor protector, en una herramienta cultural para proporcionar lecturas de mundo que potencialicen los recursos psicológicos en los niños, que les permita construir y reconstruir un yo seguro, consciente de sí mismo, de sus emociones y de los otros; que resista frente a condiciones desfavorables y que pueda dar respuestas creativas que le brinde nuevas posibilidades de acción (Rodríguez, D. 2004). Las siguientes fotos muestran los niños en la biblioteca eligiendo los libros y despues muy concentrados leyendo.


El uso consciente de la narratividad en el espacio escolar por parte de los docentes puede manifestarse en el discurso que emplean con los pequeños, las formas en que utilizan la palabra como mediadora de sentidos y las estrategias que emplean para su desarrollo. Dos técnicas que se pueden emplear son la narración y las lectura de cuentos, éstas pueden contribuir a desarrollar el pensamiento narrativo y con ello, la adquisición de destrezas sociales, comunicativas y cognitivas. Pero no sólo basta con relatar historias, también importan los contenidos de las historias que son transmitidos y las negociaciones de significados y sentidos que se realicen al ser narradas o leídas.

Entonces, el cuento es una actividad tradicional que debe seguir siendo privilegiada en la escuela. Además de despertar gran interés en los niños es representante de la historia compartida socialmente. Puede ser modelo para resolver conflictos y para el desarrollo de competencias sociales y modos de relación con ellos mismos y los otros. De hecho, según Bettelheim (1988) éstos empiezan, precisamente, allí donde se encuentra el niño, en su ser psicológico y emocional. Y “a partir de algunos se obtiene un rico significado personal, pues facilitan los cambios en la identificación mientras el niño pasa por distintos problemas”
Al entender la identidad como un proceso de individualización que se construye a partir de las fuentes de sentido que otorgan los propios actores, se encuentra que la función narrativa es de vital importancia. La forma de narrarnos va influir no sólo en nuestra autoestima y auto concepto, sino también en la lectura que realicemos de las experiencias de los otros y de ellos mismos. Esto va a determinar en gran medida la forma como enfrentemos la vida y el lugar que sentimos y ocupamos en el mundo con relación a los otros (Walsh, F. 2002).
El texto narrativo influye sobre manera en un desarrollo psicológico integral al igual que el cuento, bajo todas sus formas, facilita la adquisición del desarrollo personal y social, como también del lenguaje y aprendizaje de la lectoescritura, (Jara, & et al. 2004; Borzone, 2005).

Lo esencial, hasta lo abordado, es que los docentes reflexionemos en la manera como las dinámicas comunicativas se construyen en el aula alrededor de la palabra. Éstas pueden quedar en el vacío, o pueden ser una poderosa fuerza que incide no sólo en el desarrollo de destrezas cognitivas y sociales sino en la formación de seres humanos.

Para concluir 
…para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan. Resumiendo, debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, son disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su futuro.




Qué bonita fue esta experiencia llena de acontecimientos fabulosos, tanto para los niños, para los docentes y por supuesto para mi, se noto el avance, el amor y el placer, al leer, al escribir y por las diferentes actividades que se desprendían de una lectura partiendo siempre de los gustos y necesidades del otro, teniendo en cuenta las expectativas, vivencias, creencias, rutinas, sueños de los estudiantes. Al recordar que no hay prisa, se invita a la capacidad de esperar a los demás, a respetar sus ritmos de aprendizaje y a dejar la preocupación del corto plazo, esto puede cerrar los caminos de la reflexión y el compartir (Prieto, D. 1993).

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