jueves, 12 de mayo de 2011

“AVANCE DEL PROYECTO”

Es innegable que la lectura fomenta niños y niñas más sensibles, creativos, abiertos, expresivos y con un amplio lenguaje, es por esto que es necesario empezar desde temprano con nuestros niños y niñas e inculcarles la lectura y la escritura como un habito, como una alternativa de recreación y de aprendizaje, motivo por el cual en esta etapa de nuestro proyecto de lectura y en relación al elemento que estamos utilizando “la tierra” les lleve tierra abonada, semillas y bolsas plásticas, disfrutaron desde abrir la bolsa, doblarla un poco, la sensación de tener la tierra en sus manos, amasarla, ensuciarse, se veían  y sentían tan comprometidos, pues a medida que avanzaba la actividad se hablaba de la importancia de ella en nuestras vidas, de los beneficios que ella nos da, de cómo hacer para cuidarla y no lastimarla, de cómo ayudar a sobrellevar el calentamiento global, y de lo mucho que se puede lograr con muy poco.
 Explicandole la actividad que realizariamos. 
Iniciando la siembra.



En esta parte del proyecto quiero traer a relación una idea de Dewey quien dice que: la función propia de la imaginación es la visión de realidad y posibilidad que no puede mostrarse en las condiciones normales de la percepción sensible, su objetivo es: el de penetrar en lo remoto, lo ausente, lo oscuro, donde el maestro se transforma en un animador, en un promotor de creatividad, ya no es quien transmite un saber listo y empacado, un bocado al día, un domador de potros, un amaestrador de focas, es un adulto que esta con  los muchachos para expresar lo mejor de sí.



El involucrarlos en las actividades permite que ellos se sientan atraídos, comprometidos, interesados y felices. Lo cual admite que la lectura y  la escritura que se realizara a partir de esta actividad sea más productiva, placentera y con sentido, pues estas actividades amplia la capacidad de observación y exploración de nuevos conocimientos.




Esta experiencia que hemos tenido permite a los niños y niñas compartir, disfrutar, tener una mejor relación con sus compañeros y compañeras, trabajo en equipo, sentirse responsables y despertar en ellos el auto cuidado, el compromiso y el bienestar.



Después de haber realizado la siembra de nuestras semillas, hablamos que    como las semillas se sembraron en la tierra, nuestro deber de ahora en adelante era cuidarlas, hablarles, cantarles, regarlas con agua, y así las veríamos crecer día tras día ponerse lindas y dar frutos, de igual manera ese era mi deber con ellos, sembrar una semilla de amor por la lectura y escritura, que solo dará resultados, si se hace con amor, por placer, por las ganas de adquirir destrezas y habilidades en la expresión y la comunicación, también les ayudara a ser niños y niñas creativos pues como lo dice T.Ribot que se encuentra en el libro de Marta Fattori, Educación y Creatividad, la creatividad es sinónimo de pensamiento divergente, que rompe con los esquemas de la experiencia, es creadora, activa y siempre hace preguntas, descubre problemas, rehúsa lo codificado, maneja conceptos y objetos sin dejarse inhibir por el conformismo.
Una escuela viva y nueva solo puede ser una escuela de “CREADORES” que equivale a decir que ya no se puede estar allí como “ESTUDIANTES” o “PROFESORES” sino como hombres íntegros, con  una buena dosis de imaginación para ver una Escuela diferente de la que es en realidad, para vislumbrar la caída de sus “MUROS” de “REFORMATORIOS POR HORAS” también para creer que el mundo pueda continuar y volverse cada vez más humano. “La gramática de la fantasía, GIANNI RODARI”.



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